Muy cerca de Carabias, camino a Atienza nos encontramos con las Salinas del Rio Salado, en Imon.
Son unas salinas abandonadas que fueron construidas en el siglo X y pertenecieron al Rey o señor feudal de turno hasta que Alfonso VI se las concedio al Obispo de Sigüenza, el cual era tan poderoso, que tenia su propio ejercito...
A mi personalmente me impactaron muchisimo y me parecieron de una belleza espectacular, no veo la hora de regresar a
hacer mas fotos, entiendo que a mucha gente no les llame la atencion
pero a mi en concreto me encanto ver como a base de piscinas, tanques,
recocederos y norias, se va deduciendo la sal, el rio arrastra los minerales incrustados en su cauce y a traves de este tipo de construcciones tan antiguas el agua se va evaporando y quedan los cristales de sal...
Os recomiendo que no perdais la oportunidad de llevaros una roca de sal y que la utiliceis en vuestra cocina, hoy en dia son muchos los cocineros de moda que han elegido ciertas salinas como proveedoras de sus restaurantes y no me extraña, probad a hacer un buen chuleton a la parrilla y rallar un poco de esa roca por encima nada mas sacarlo del fuego...
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